1. Introducción.

¡Manos a la obra! Voy a intentar desde esta página que para aprender a tallar madera, baste con un ordenador con conexión a Internet. ¡Sí! Quizá me diréis que me estoy pasando un poco y que no va a ser posible sin madera y herramientas. ¡De acuerdo! Soy muy optimista en cuanto a los recursos, pero no deja de ser cierto que aquí podrás encontrar los secretos para sacarle a una tabla algo más que astillas.

Quiero agradeceros a vosotros, amigos visitantes, el empujón que me habéis dado para que este proyecto coja forma. Espero que crezca con vosotros, a vuestro ritmo y en función de vuestras necesidades y niveles. Bien es cierto que aunque muchos de los que me habéis pedido que haga este curso ya sabéis tallar algo, no puedo tomar como referencia para punto de partida otro nivel que no sea el cero, es decir, "nada de nada". Ojalá que esto no resulte aburrido para los iniciados, a los cuales también invito a cogerlo desde el principio. (Siempre podemos sorprendernos con alguna cosa que desconocíamos ¿no?)

Bueno, pues ¡basta ya de preámbulos! y comencemos con las preguntas típicas que se hace todo principiante.

1.1. Yo,... ¿puedo?

La respuesta es ¡¡¡SI!!! Sólo necesitas querer. La talla en madera es una actividad muy gratificante; es relajante, agradecida y no cara, de hecho hay muchos aficionados que le sacan cierta rentabilidad (tienes que hacer un regalo a alguien, algún compromiso,... siempre quedarás estupendamente por cuatro duros (ahora léase: cuatro céntimos de euro), te has pasado unas horas entretenid@ y además te ponen tu ego por las nubes "pedazo de artistaz@ que estás hech@").

¿Hay algún inconveniente? Pues, para ser sincero, sí. Esta actividad produce un molesto residuo llamado "lo que sobra", que es necesario barrer de vez en cuando para que no nos echen de casa y también nos obliga a dar algún golpe que otro con el mazo de madera, lo que tiene la desagradable repercusión de que los vecinos dejan de saludarnos en el portal. Lo solucionaremos intentando no hacer ruido a determinadas horas (por ejemplo, cuando nuestr@ vecin@ de al lado ha conseguido dormir a su niñ@ recién nacid@) y pasando la escoba o la aspiradora nada más terminar cada día. Pero si tu eres de l@s que viven en el campo, en tu casita, no lo dudes, éste es tu hobby.

1.2. ¿Qué necesito?

Primero, ganas (que te supongo si todavía sigues leyendo). Luego, poca cosa. Para empezar, intentaré que casi no tengáis que gastaros dinero. Después, cuando ya hayáis mordido el anzuelo, ¡ejem! quiero decir, cuando ya os haya picado el gusanillo, os recomendaré las mejores herramientas para poder hacer las cosas bien sin tener la excusa de que no sale porque el formón es el que uso normalmente para abrir los botes de pintura.

Ahora en serio, necesitamos un lugar para trabajar. Debe estar bien iluminado pero no totalmente con luz solar, ya que impide ver las sombras de la talla y falsea los relieves. Yo prefiero un lugar espacioso, con ventanas, pero con unos tubos fluorescentes situados encima de la mesa de trabajo, que queden bastante bajos y con una visera, para que no nos de la luz directamente a los ojos, y a la vez produzca en la talla esas sombras en el relieve que os comentaba. También necesitaremos una mesa robusta, no os recomiendo la misma que el ordenador, ya que a las CPU´s les sienta muy mal la viruta. Debe permitirnos trabajar cómodamente, pero no es necesario que sea muy grande. Lo importante es que sea rígida para aguantar bien los golpes que demos en la tabla y que la altura sea adecuada para trabajar de pie (acabo de perder a todos los que pensaban que se tallaba sentad@). Para que os hagáis una idea. Yo mido 1,78 m. y la altura a la que trabajo más cómodo está sobre el metro (con un margen de 5 cm. para arriba o para abajo). La razón de tallar de pie está en la posición. Cuando golpeamos con el mazo, el esfuerzo lo hacemos fundamentalmente de antebrazo, pero al cortar con la gubia, la fuerza parte de los riñones y del hombro. Si estuviésemos sentados, el esfuerzo recaería todo en el hombro, produciendo mayor cansancio y curiosamente, mucha menor precisión.

Ya tenemos una habitación, rincón, garaje, taller,... y una mesa. ¿qué más? Pues madera, claro, a la que dedicaré un capítulo aparte, que se lo merece, que para eso es la materia prima y el producto elaborado a la vez. También necesitaremos sargentos (¡Hey! quietos los que hayan cogido el teléfono para llamar a su primo militar). Llamo sargentos, sargentas, aprietes, prensas, prensillas, gatos... a esas herramientas que nos sirven para sujetar la tabla a la mesa e impedir que se nos mueva durante el trabajo, imprescindible para tener precisión y evitar accidentes. Otra cosa importante es el formón (si no sabéis lo que es, pasaros por los cajones "HERRAMIENTA" o "GLOSARIO" para poneros al día). Para tallar no conviene que sea muy ancho (16-18 mm. es lo ideal) ni muy estrecho (muchos alumnos al principio quieren utilizar un formón más estrecho para las cosas pequeñas, pero no es necesario -ni recomendable-). Lo importante es que el acero sea de buena calidad (ni demasiado duro, ni demasiado blando) y lo más delgado posible (me refiero al espesor, no al ancho). Cuanto más delgado sea, menos pesará y más fácil cortará para un mismo ángulo de bisel. También necesitaremos algunas gubias (una de esquina, otra plana de unos 12 mm. y una mediacaña de 10 mm. aprox.). Las gubias son las herramientas más caras, pero yo recomiendo comprarlas de la mejor calidad posible desde el principio, ya que nos van a durar toda nuestra carrera de tallista (si las utilizamos correctamente). Otra cosa es el mazo para tallar. Conviene que sea de madera dura o de metal blando (bronce, plomo) para no estropear los mangos de las gubias y los formones. Ya casi podemos empezar. Sólo nos faltan los útiles de dibujo, que seguro que tenemos en nuestro escritorio: papel, lápiz, regla, escuadra y cartabón, compás, papel de calco, papel cebolla,...

Posteriormente vamos a necesitar más cosas, según vayan saliendo tallas de nuestras manos, tendremos que darles color, envejecerlas, encerarlas o barnizarlas, ponerles herrajes, etc. También tendremos que afilar y asentar la herramienta, mecanizar las tablas,... Pero de momento, casi que ya podemos empezar.

0. INDICE
1. INTRODUCCIÓN
2. CONSIDERACIONES PREVIAS
3. LA TALLA GEOMÉTRICA. ESTILO ROMÁNICO
4. TRISQUELES Y "COMAS"
5. ARTE CELTA

ANEXOS

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